Estamos viendo una serie, una película. Se hace tarde y es nuestro día libre o nuestro día con amigos, no nos apetece cocinar… ¡así que hacemos un pedido en apenas un minuto y tendremos la comida que queramos en casa en menos de una hora!
Así se presentan muchas empresas que han nacido exclusivamente para hacer de intermediarios entre un restaurante y un cliente que, desde hace algunos años, puede » comer fuera» sin salir de casa ni quitarse el pijama.
Hace tan solo veinte años esto era impensable y te sentías afortunado si encontrabas un restaurante que te gustara con su propio servicio a domicilio. Y cuando lo tenías, te guardabas su panfleto para volver a pedir. Ahora, no son los restaurante los que consiguen clientes fieles, son las empresas intermediarias.
Hay otra cosa que ha cambiado a lo largo del tiempo: el estilo de comida preferido. ¿Preferido por quien? Nadie lo sabe, pero al final todo el mundo pide ese estilo de comida.
Hace veinte años fue la comida mexicana, se puso de moda y todo el mundo buscaba restaurantes de comida mexicana. Lo relevó la comida turca, luego la americana…. y ahora mismo, todo el mundo está loco por el sushi.
La comida japonesa siempre ha tenido ese aura de desconocimiento y elitismo, en gran parte por el elevado precio de sus platos que, en el primer vistazo, se juzgan muy escasos.
Sin embargo, ahora que se está popularizando la comida japonesa en España, las opciones se multiplican y con tanta competencia, los precios han bajado para ganarse al cliente. Nos empiezan a sonar nombres como makis o wakame y en muchas ocasiones, las series que vemos en ese día libre con los amigos, nos sugieren ese estilo de comida al presentar a los personajes disfrutando de ella. «Tengo hambre», «¿Pedimos algo?», «Me apetece lo que ellos están comiendo».
Y llamas. O pides a través del móvil.

¡Vamos a pedir comida japonesa! Pero… ¿a restaurante o intermediario?
La mayoría de los restaurantes tienen su propio servicio a domicilio, permitiendo al cliente pedir comida japonesa directamente. Aun así, la gran mayoría opta por un intermediario de comida delivery japonesa. ¿Cómo afecta esto a los restaurantes?
- El primer resultado es que el cliente no es del restaurante, es del intermediario. Es muy difícil para un restaurante fidelizar clientes de esta forma.
- El restaurante paga los errores de la empresa intermediaria. Hay todo un regimiento de comentarios negativos que dicen que «la comida llegó tarde y fría», o «mala actitud del repartidor», o «los platos sufrieron algún percance por el camino». Ninguno de esos clientes se da cuenta de que sus quejas no van dirigidas al restaurante, si no al servicio de la empresa intermediaria, y que con sus malas calificaciones están perjudicando a quien no ha dado el mal servicio.
- El restaurante recibe menos dinero, ya que la empresa intermediaria se queda un porcentaje de la venta. Esto ocasionalmente puede repercutir en la calidad o cantidad de la comida o del servicio del restaurante al intentar este abaratar costes.
¿Pero qué opciones de servicio de comida a domicilio japonesa tenemos sin recurrir a los intermediarios de siempre?
- Miss Sushi, por ejemplo, con franquicias en Barcelona, Madrid, Zaragoza y Sevilla, entre muchas otras ciudades. Cuenta con precios asequibles, opciones vegetarianas y veganas y su propio servicio a domicilio.
- Go! Sushing es muy popular en Madrid y se está extendiendo por Alicante y Barcelona. Cuenta con opciones vegetarianas y promociones para los clientes que pidan a domicilio en su web.
- Restaurante Sakura se ha hecho con Zaragoza, gracias a su buffet libre y a su restaurante tradicional que, de nuevo, ofrece opciones vegetarianas y servicio a domicilio.
Estos son solo tres de los muchos ejemplos de restaurantes que puedes encontrar de comida delivery japonesa en España y que ofrecen su atención personalizada y su propio servicio a domicilio. Sabiendo esto, ¿por qué no ser fiel a un restaurante que te gusta en vez de a un intermediario?