Estamos viviendo unos días de mucha incertidumbre. El coronavirus se ha extendido con rapidez y no parece que los datos vayan a mejorar en breve.
Ante el recientemente declarado estado de alerta en España se ha visto dos posturas opuestas entre la población: quienes se niegan a la cuarentena y quieren aprovechar las «vacaciones», y quienes asaltan en masa supermercados en busca de acumular en sus domicilios todo lo que puedan necesitar durante meses.
El covid-19 se está contagiando con muchísima rapidez en España y nadie sabe cuanto durará la cuarentena.
Está claro que nuestras rutinas se han visto interrumpidas y, aunque «radio macuto» diga lo contrario, es importante seguir las indicaciones de los organismos oficiales.
Respondiendo a estas indicaciones, todos los establecimientos de cafeterías y restaurantes han cerrado sus puertas al público. Sin embargo, muchos de ellos han querido seguir al pie del cañón y siguen ofreciendo sus productos exclusivamente a domicilio, bien con sus propios envíos a domicilio, o bien a través de una empresa de comida delivery como pueden ser Deliveroo, Glovo, Just Eat o Ubereats.
Algunos restaurantes de comida rápida van más allá y se suman a la oleada de solidaridad repartiendo comida de forma gratuita a los hospitales, como ha hecho Domino’s Pizza.
Pero ¿hasta qué punto es seguro pedir comida a domicilio? ¿No corro peligro al pedir algo de fuera? Hay un riesgo mínimo, nada en comparación del riesgo que supone ir a un supermercado abarrotado a pelear por el último paquete de papel higiénico.

Medidas tomadas por Glovo, Deliveroo, Ubereats y Just Eat frente al COVID-19
Precisamente por ese riesgo mínimo, Glovo ha sido la primera en proponer medidas de seguridad para el cliente, como la entrega indirecta (el repartidor toca al timbre, deja la comida y se marcha) con la que el contacto es totalmente nulo.
Con esta medida, que también puedes pedir en Deliveroo y Ubereats, junto con el pago a través de la aplicación (ya sea con tarjeta o con Paypal), disminuyes las posibilidades de que, tanto el repartidor como quien pide la comida, se vean expuestos a un posible contagio.
Y en el caso de que, a pesar de estas medidas, no te sientas a salvo de contagio por la posibilidad de un cocinero infectado, hay otro servicio que ofrecen estas empresas y que, ahora más que nunca, pueden ser una gran ayuda, en especial para personas mayores o con problemas de movilidad.
Se trata de realizar la compra en el supermercado a través de la aplicación de la empresa delivery. De esta forma, puedes hacer una lista de la compra de productos envasados y pedir la opción de entrega indirecta. Para más seguridad, espera cuatro horas antes de guardar la compra y evita superficies metálicas, en las que el coronavirus puede llegar a vivir hasta un mes.
Just Eat crea polémica con un anuncio en Facebook respecto al coronavirus
Just Eat ha sido la única empresa que se ha apartado de sus competidoras con un anuncio que reza «no nos importa». Publicidad en la que, de forma jocosa, indican que aceptan pagos en efectivo (en contra de lo recomendado por organismos oficiales) en sus pedidos.
Esta publicidad ha generado un gran rechazo entre sus potenciales clientes y ha recibido un aluvión de críticas. Consideran que exponen al peligro de contagiarse de coronavirus 19 tanto al cliente como al repartidor.

Como era previsible, Just Eat ya ha retirado esta publicidad de Facebook, quedando como rastro de ella un único tweet con el hashtag #nomeaportas. También ha publicado un texto en el que dice preocuparse por la salud tanto de clientes como de trabajadores. Aun así, no ha aclarado si aun acepta pago en efectivo ni que medidas de seguridad va a tomar.